«Hello, Hi» de Ty Segall y el pedal de freno

Decimocuarto disco de Ty Segall. Está claro que el californiano carece de amistades sensatas, pues nadie le ha dicho que se relaje en los quince años de carrera discográfica que lleva a sus espaldas.

Nuestro querido rubiales entrega un álbum de espíritu acústico, casi folk, recuperando el sonido de aquel maravilloso «Sleeper» (2013). Ya centrados en el presente, Ty no arranca hasta el tercer corte, «Over», una mezcla entre los Radiohead de «The Bends» y el Neil Young más acústico; canción enorme, porque este tipo siempre esconde dos o tres perlas en todos sus trabajos. El track que da nombre al disco sí tiene ese poso garage de su época «Manipulator» (2014), rescatando el sonido de guitarras crujientes y coqueteos con la psicodelia.

La segunda mitad del álbum comienza con otra joya, «Looking at You», arreglada con otra guitarra sucia y coros a lo The Band. «Saturday», dividida en dos partes, abre siendo folk y cierra cerca del sonido más calmado y elegante de Supergrass, retomando la ya vieja idea de culminar con un solo fuzz que tiende al desvarío y nos hace intuir que este disco se trata solo de un paseo acústico, porque Ty Segall volverá al rock´n roll, es algo inevitable.

Se despide con «Distraction», punteo de guitarra acústica incluido, y un groove de batería muy interesante. No es el mejor disco del artista, pero es un capítulo más en la carrera de un tipo inquieto, incapaz de contenerse y que, por encima de todo, ama la música y usa el estudio de grabación como laboratorio para plasmar todas sus ideas, muy en consonancia con el rock de los setenta y cada vez más alejado de la última gran ola garage de los Estados Unidos.

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